Ahora las cicatrices están sanas, pues soy capaz de decir la historia de un esclavo jovial, yo, siendo redundante, mi nombre es: Juan Ernesto Rondón León, un tipo de 29 años, nacido en Venezuela, Documento de Número de Identidad: 14.980.257, en escrutinio de miles de satélites encima de mi cabeza, propiedad de todas y cada una de las naciones alrededor del globo, de ésto llamado planeta, las 24 horas, día a día, registradas, interpretadas y transmitidos de nuevo en la cantidad completa de instrumentos de medios de comunicación: TV, Internet, teléfonos móviles, radio y periódicos, con la consecuencia, secuela de riesgo de ha sido editado, corregido en cualquier forma o modo que sabemos, o podrían alcanzarse a través del tiempo, consiguiendo el reconocimiento que ellos pueden usar: maquillaje, artefactos o cirugía plástica en otro ser humano solamente para representar el rol mio, con todo mi sonido registrado, certificado, y costumbres en la cama, entonces, ellos han dicho, sostenido que soy un pedófilo, ya que estoy en la República Bolivariana de Venezuela, el término no existe en nuestro Sistema Jurídico u Ordenamiento de Justicia, quiere decir será aplicable el principio de : nullum crimen nulla poena sine lege, lo que es igual: no crimen, nula la sanción sin ley establecida al momento que podría obligar a una persona para hacer así o no ejecutar un acto, a propósito, no tengo antecedentes penales, supuestamente libre, pero, repito como un ESCLAVO DE LA HUMANIDAD, éste estudiante de leyes siempre tuvo sexo con iguales bajo consentimiento, si esto no fuera así, sería culpable de violación, y no, no hay aún una investigación abierta conforme al debido proceso previsto constitucionalmente, o reglas de miranda, sin embardo, sus organizaciones criminales, amigos delincuentes, y terroristas comunicacionales están en capacidad de cambiar toda la vida de un o todos los esclavos en el período o el lapso de estos 70 (Setenta) AÑOS DE SISTEMA DE ESCLAVITUD con SATÉLITES espías. Mientras podemos notar que el equipo de medios de comunicación puede usar efectos especiales, visuales o efectos sonoros, alcanzar algunas escenas de cualquier contenido que ellos deseen, y ponerlo en canales de noticias o la web, a sabiendas, que ellos usan dobles de aquellos esclavos iconos girados en su sistema también, a saber, con la gran duda sobre la credibilidad, la ética y el respeto para los derechos humanos, desde que ni los políticos, menos los comunicadores sociales, ningún abogado, tampoco artistas, nadie más ha suplicado, o demandado el cumplimiento de obligaciones derivados de las libertades individuales, ninguno de ellos realmente puede ser admitido como testigos, o parte en la persecución o procesamiento legal, porque ellos han despreciado, transgredido e incumplido leyes internacionales, cometido crímenes de lesa humanidad, han sido infractores de su propio orden jurídico, y violan todos los derechos.
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