jueves, 23 de septiembre de 2010

En mi inquietud y error

Le contesté,
buenas tardes, por favor...
¿Cómo estes?
Que mejores,
No esperes lo peor...

Sí, él me admite como soy,
en mi inquietud y error,
como su buen postor,
y, yo intento ser superior,
cada vez que me declara su amor.

Lo siento porque me reta,
¿Por qué se convierte en careta?
¡Bien! En total son sin valor...
las cuentas que soltó al por mayor,
en la fiesta del sol.

Mi cuerpo sin ti parece,
fingir estar vivo,
podría mentir si dijera que hoy...
no siento lo mismo,
que por usted he sentido.

Incluidos en la lista de seres,
por el amor benditos,
mientras, aquí sigo...
simulando tenerlo todo,
cuando contigo no estoy.

Gracias por la treta,
porque por truco no se cuenta,
no estoy al cien, más bien al cincuenta,
por ciento de mi capacidad,
por cierto tienta.

A que por ésto se arrepienta...
éste que quiere mis: riendas,
cuerdas, tiendas y sendas.
O sin eso que llueva...
en mi barrio, la ciudad entera,
la cuadra, o todo el planeta.

Sí, él me admite como soy,
en mi inquietud y error,
como su buen postor,
y, yo intento ser superior,
cada vez que me declara su amor.

Y, si me encuentras,
donde esté mi consentimiento,
traeré no sólo mi pensamiento,
sino de mis sueños te enteras...
serás como la fortuna y primaveras,
la locura que me envenena,
ciego de amor ¿Por qué vuelas?

Sí, él me admite como soy,
en mi inquietud y error,
como su buen postor,
y, yo intento ser superior,
cada vez que me declara su amor.

No hay comentarios: